Detrás del relativismo ético se manifiesta el egoísmo ético (máximo beneficio propio sin importar consecuencias para los demás) o el utilitarismo ético (máximo beneficio para el mayor número de personas). Frente a él se encuentra el absolutismo ético, el cual recoge la necesidad de seguir un conjunto de normas autoimpuestas con el fin de pasar del par bueno/malo a lo correcto/incorrecto.
Cabe destacar que los códigos éticos profesionales, entre ellos el Código Deontológico del Trabajo Social, se fundamentan en el absolutismo ético, sin embargo, la práctica del trabajo social, ante la multitud de variables que influyen en la misma, se mueven sobretodo entre el utilitarismo y el absolutismo ético. Aunque se podría empezar a conceptualizar los componentes del egoísmo ético en el Trabajo Social gracias a la aportación de la bloguera de "las cuatro piedras angulares", los cuales serían más propios de la toma de decisiones de carácter individual y no profesional.
Investigar para escribir hace referencia a establecer los pasos adecuados para asegurar que el resultado está respaldado pudiendo recoger posteriormente el proceso y resultados. En este sentido, cada profesional tiene que tener integrado que el Trabajo Social es una disciplina con una base conceptual y empírica cada vez con mayor contenido, por lo que tanto el proceso de formación como el de intervención deben estar unidos por la evaluación y la supervisión en aras de asegurar la calidad profesional. De aquí subyacen tres espacios de corresponsabilidad en función del rol. La individual (entiendo estudiantes; vocación e interés por desarrollarse profesionalmente, confrontar, reflexionar), la profesional (entiendo tanto profesionales como profesorado, el interés por autoevaluarse, actualizarse y saber gestionar los procesos y espacios de interrelación profesional), la agencia (entiendo la entidad, organización; establece los mecanismos para normalizar la necesidad de evaluación y supervisión y responde ante ellos). En definitiva, se está hablando de organización, análisis de la praxis y mecanismos efectivos de control. ¿De qué sirve un código deontológico si no se aplica? ¿de qué sirve denunciar la vulneración de derechos o los abusos si no hay consecuencias?
El respeto a la profesión pasa por tratarla como conjunto de conocimientos y estrategias de relación preestablecidas empíricamente para alcanzar metas de manera eficiente. Y por ende, pasa por la defensa de la misma, la exigencia del cumplimiento de sus valores y principios y por su visibilización en tanto y cuanto nos sintamos identificados o identificadas.
¿Cómo te sitúas ante la profesión? ¿Cómo te relacionas desde la profesión?
Os dejo un vídeo corto para añadir al debate sobre gestión y coordinación.