Hoy me he encontrado con la parte más artística de Enrique Toribio, que además de ser una bellísima persona, he podido cerciorarme que es un gran fotógrafo.
Hoy se ha inaugurado la exposición fotográfica "La Piel Sabia", de Enrique Toribio, organizada por 26D y apoyada por la Junta de Distrito Centro de Madrid.
Paseo emocionante...
Momento de paz, de sentir libremente, de romper, momentos de duda, de miedos, de cansancio de la pedagogía, de rabia y angustia. De esperanza. Piel de historias, imágenes barrocas con cuerpos desnudos de los demonios del pasado y la armonía del presente.
Huele a paz, siente, expresa. No hay sentido, no hay dirección. El camino es único, particular, diverso.
Mucho crecimiento en tan poco espacio. Ni círculos, ni cuadrados, sonrisa esperanzadora. Diversión, curvas, caídas, subidas, dientes, dientes...
Claridad en la oscuridad. Armarios abiertos llenos de luz y libertad.
Manos tensas, venas hinchadas, peces y pezones, pelo, no pelo y arrugas. La mantis come machos, el tribal y el ganchillo tintado. Retratos de historias personales, asunción y sufrimiento.
Miradas profundas sobre cuerpos inocentes. Sufrimiento en las miradas.
La belleza del cuerpo perfectamente imperfecto. De la imperfecta perfección.
Un apoyo, la compañía oculta que habla la memoria.
Una sonrisa de corazión desde el covencimiento que algo está cambiando. No hay nada como las miradas mayores para conocer... Las sombras tienen sabor de compañía.
Altividad, atención, estamos preparadxs para este mundo, y el que venga.
Personajes de época barroca, de hoy en día, sin coronas ni privilegios, o sí, pero también desdicha y falta de entendimiento.
Esto somos, personas. Mayores. Desnudas.
Creo que es una obra que tiene mucho que decir. Tras cada cuerpo hay una persona, una historia. Muchas de las imágenes tienen movimiento que transporta y habla de lo que no hay, además de lo que hay. Son historias que hablan a través de la piel, de sus formas. Habla de compañía deseada y no deseada, de acción y reacción. Hay varias imágenes que muestran a las personas apoyadas, con posiciones de tensión, otras, que muestran relajación, pero miradas hacia otro lado o ausentes. Me trae a la mente toda una vida de prejuicios y estereotipos, de sufrimiento. Caras de alerta ante estos tiempos convulsos que siguen siendo irrespetuosos e incomprensivos.
Sin embargo, hay otras caras esperanzadoras, miradas profundas que traen orgullo, autoreconocimiento. Gestos que traen primavera a través de los sentidos... ¿Quién no ha respirado profundamente al lado de la imagen del hombre que se está oliendo la mano?
Varias de las imágenes me traen a la memoria cuadros renacentistas y barrocos de reyes. En este caso no hay coronas, ni privilegios, ni mucho menos. Sin embargo, sí existe poder tras cada mirada...
Creo que 26D lo sabe, y Enrique Toribio lo ha sabido representar muy bien. Las personas mayores del colectivo LGTBI es posible que sean las personas más afectadas actualmente por la mochila que cargan de opresión, imposibilidad de expresión y reconocimiento. Sin embargo, el trabajo continuo y la lucha por la dignidad, irán dando su fruto por las generaciones venideras.
Con estas obras de arte, mi sensación es que se abre una oportunidad para reflexionar y cuestionarnos, como seres humanos en el contexto social y económico que vivimos, cómo nos vemos y cómo entendemos la realidad y dificultades de otras personas, en concreto del colectivo LGTBI, y sobretodo de las personas mayores.