"El libro negro de Philomeno o el azote del trabajador social" es una novela corta, progresiva en intensidad, enganchante, con desenlace relativamente predecible pero con nudo sorprendente e intrigante. Cuenta mucho a partir de poco. Se hilan muy bien los tiempos y los diversos elementos, y la historia cobra sentido de forma exponencial cuanto más se avanza. Recomendable, recomiendo y recomendado. Escrita por Alejandro Rodríguez Robledillo, Trabajador Social. Más información sigue el link www.alejandrorobledillo.com. Retorcida, aunque no necesariamente considerable ficción (bajo el paradigma de que en los despachos de los Servicios Sociales tienen lugar explicitaciones de todo tipo). En muchas ocasiones la realidad supera la ficción, sobretodo cuando existen alteraciones en la percepción psicosocial. Aquí he de dejar este punto de reflexión pues es central y de gran interés en el libro...
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Las letras consiguen evocar emociones a lo largo del texto: un comienzo que hace sonreír y reír mientras te ata el interés por descubrir más. Un nudo que inquieta de forma creciente, que te hace cuestionar instituciones, profesiones, profesionales y conductas. Un desenlace explosivo y agobiante. Con el avance del texto las emociones con respecto a los personajes varían considerablemente, es mágico, es arte. Me deja algo extrañado y confuso el policía. Un texto que por lo general te hace reflexionar sobre multitud de situaciones, conceptos y prejuicios que forman parte de la sociedad.
Profundizando en este último aspecto, desde el punto de vista profesional del Trabajo Social... Los primeros capítulos sirven para cuestionarse conceptos profesionales, invita a la reflexión y profundización de ellos a la vez que anima a abandonar por un tiempo algunos debates para centrarse en la intervención, los métodos y la necesidad de cientificidad en la disciplina. Me trae una interesante autocrítica disciplinar que considero recomendable para utilizaría en aulas docentes. Por otro lado, de una forma amena se muestra a personas no vinculadas con el ámbito social, los debates internos y formas de mirar.
Desde mi punto de vista desde el absoluto respeto a la obra de arte literaria y enfocando la mirada en la intervención implícita que existe entre líneas, se muestra de forma acertada la esencia de la profesión: ayuda silenciosa, aparentemente desorganizada, pero efectiva en los procesos de reconstrucción y recomposición social. Me parece un reconocimiento sutil al colectivo profesional, interesante y de agradecer que quién está dentro va a poder percibir. Sin embargo, al ser tan sutil e implícito, no se muestra abiertamente la labor profesional, quedando más explícita la crítica hacia la competencia profesional que la capacidad de ayudar a resolver problemas desde un enfoque de derechos. Digamos que esto es un deseo proyectado.
Quiero transmitir mi enhorabuena al autor y animar a la lectura de:
"El libro negro de Philomeno o el azote del trabajador social".