Mientras escribo veo mi declaración de intenciones y me quedo más tranquilo...
"Un blogger nunca llega tarde, ¡ni pronto! llega justamente cuando se lo propone".
Mis disculpas a aquellas personas que me seguían o siguen, es todo lo que me queda por decir.
Pero bueno, aquí estoy para traeros una reflexión en torno a la necesidad de formarnos antes de ejercer y durante. Es importante formarnos bien antes de ejercer, aunque no tengamos claro qué hacer, o por dónde tirar, la base que adquiramos en la Universidad es clave (aquí un post de un colega trabajador social que habla sobre ello). Y también es necesario formarse mientras ejercemos como profesionales del Trabajo Social para refrescar, especializarnos u obtener habilidades complementarias.
La formación está ahí, pero como profesionales del Trabajo Social tenemos dificultades en varios aspectos que repercuten directamente en nuestra dedicación continua.
Algunas dificultades para formarnos
- Situación personal: podríamos decir, si lo del convenio no es posible, "pues cuando salga del trabajo..." Esto sería digno de mención. Aprovechar el tiempo libre para reforzar nuestros conocimientos, adquirir competencias y entrenar habilidades específicas de nuestra labor o conocimientos complementarios que puedan servir para nuestro servicio y nuestro crecimiento profesional. Pero descansar del trabajo y atender asuntos propios también debería ser una máxima de nuestra vida, que también nos hace crecer. Papeleos, los quehaceres del hogar, planes, familia, simplemente descanso, voluntariado (tal como indica la compañera Sandra Merchán o no, propone un buen debate la verdad...) son posibles alternativas a la formación igual o más relevantes.
- Falta de oferta adaptada a las necesidades: presencial o virtual, anticuada, escasa o muy manida, muy cara o muy barata. Creo que hace falta darle una vuelta a la forma en que formamos y aprendemos. Con experiencias como las del compañero José María Regalado con su inmersionTIC y las novedades que está introduciendo últimamente de tutoriales, o el reciente ganador del concurso del Colegio Oficial de Trabajo Social de Madrid con relación a mejor experiencia formativa en trabajo social, Fernando Cuevas, tenemos dos buenas experiencias, aunque no dudo que hay más posibilidades, que nos pueden ayudar a repensarnos como formadores y aprendices.
- Negligencia profesional: también hay que decir que quien lleva cierto tiempo en su puesto de trabajo y no se ha formado o reciclado en el desarrollo de las tareas que le atañen, o en las habilidades complementarias a su función, está incurriendo en una negligencia que repercute directamente en la calidad del servicio profesional, y eso es algo que ataña a la profesión en general. Pues cada vez que uno interviene, lleva la bandera de todas y todos. En este sentido, hacer una llamada al corporativismo crítico, que no criticón, como diría nuestra compañera Belén Navarro, y ser consecuentes con la labor que desarrollamos. Nunca hay que perder el objetivo de bienestar y justicia social de las personas con las que tenemos contacto profesionalmente hablando.
Algunas ventajas de formarnos
- Crecimiento profesional: con mayor conocimiento y mayor experiencia, nuestro espectro de observación va a crecer casi sin darnos cuenta. Donde antes veíamos una explicación, ahora podremos encontrar varias y nos va a permitir justificar la situación de una forma más concreta. No hace falta que cuente más sobre "las gafas" y "la mochila".
- Crecimiento personal: diferentes formas de entender un concepto, nos ayuda a relacionar, en ocasiones, las cuestiones personales de nuestro entorno. O al menos, enfocarlas de diferente manera.
- Desarrollo de red profesional: estar en contacto con personas con intereses profesionales comunes, al final nos ayuda a crear esa red que en algún momento nos va a poder ser de ayuda para una coordinación, una colaboración, una derivación, o nunca se sabe, desarrollar un proyecto común o empezar una nueva vida. Sabiendo como funciona el mundo, esto por desgracia es más importante de lo que parece para tener oportunidades. Lo bueno es que el camino suele ser agradable.
- Oportunidades de mejora laboral: estar actualizadas y formadas en cuestiones concretas o complementarias, es una buena forma de mantenerse con actitud activa, opinar con propiedad, de alguna forma posicionarnos. Hay muchas experiencias y posibilidades actualmente si disponemos de un PC e internet.
¿Qué tipo de formación necesitamos?
En función del ámbito: formación básica, formación especializada, formación de reciclaje.
Si lo que miramos es la función: formación troncal o formación complementaria. Quizá sabemos hacer un cuestionario para una baremación, pero si lo que queremos es comparar los datos, tener conocimientos de excel o SPSS será necesario.
Y ahora algunos ideales para el trabajo propio de cada uno...
Necesitamos integrar los principios profesionales de una forma consecuente, romper con la vergüenza y los prejuicios, arrimar el hombro, saber más sobre investigación, tener tiempo para ella. A veces levantarse ante las incongruencias del sistema, cuestionar. Tenemos que levantar el culo de la silla. Puede parecer que algunas de estas necesidades no se consiguen con formación... pienso que leer y reflexionar, compartir y hacer feedback es un proceso formativo.
Gracias.
Nos vemos por las redes.
Fabio.