¿Culebrón o debate profesional de calado?
¿Autoritarismo o posicionamiento profesional?
¿Disensión o empoderamiento profesional?
¿A dónde se quiere llegar?
Aunque comenzó anteriormente el debate, diremos que la profundidad llegó a partir del 8 de abril a las 23.41 horas cuando la Presidenta de la Plataforma en Defensa del Trabajo Social publicó el siguiente post:
| "¡¡Merecidísimo premio para Patrocinio de las Heras!! Cuando Patro pasó a un segundo plano de actividad tras su jubilación, acabó el liderazgo en el Trabajo Social. Andamos huérfan@s de liderazgo en nuestra profesión. Necesitamos otra Patro con urgencia, versión Siglo XXI. AVISO A NAVEGANTES: Abstenerse para el "puesto" los TS (masculinos), por favor. Necesitamos liderazgo en femenino en nuestra profesión. Supongo que no será necesario que explique por qué. Desde los principios más básicos del Feminismo, no queremos que nos representen hombres en nuestra profesión. Vuestra mejor posición aquí es siempre un paso por detrás. Sois muy importantes en la sociedad y dentro del trabajo social, por supuesto. Pero nunca representando a nuestra profesión ni ejerciendo de líderes. Para ello ya tenéis el 90% del resto del espacio público de casi todas las profesiones copado. Gracias." |
Una visión:
- El Trabajo Social es feminista o no es, (el Trabajo Social es Crítico o no es).
- La representación disciplinar es fundamental.
- Las profesiones feminizadas, como es el Trabajo Social, deben promover que una mujer preparada con capacidad de liderazgo ocupe ese espacio de representación debido a que el patriarcado pone siempre a la mujer en segundo plano.
- El patriarcado hace que la mujer parta de una posición de desigualdad ante el hombre.
- Los hombres no han de dejar la lucha feminista y han de promoverla también en sus espacios de socialización, pero deben dejar que sean las mujeres las que dinamicen la representación ante otros organismos.
Más visiones:
- Las profesiones no tienen género, por lo que la representación se debe regir por cuestiones objetivas de capacidad, recorrido y actitud.
- El patriarcado también influye a los hombres no "convencionales" o a colectivos LGTBI aunque estén sensibilizados y sean feministas comprometidos.
- El feminismo habla de igualdad y de inclusión, no de exlusión.
- El debate en sí mismo en un foro profesional. Posiblemente en pocos espacios profesionales se ha hablado tanto de feminismo y profesión. Puede que el Trabajo Social tenga una tarea inicial fundamental en este asunto, y puede que se esté construyendo a través de estos posts "políticamente incorrectos".
- Participación variada y amplia.
- Participación basada en conocimiento y no en intuición.
Las partes más amargas para la autocrítica:
- Descalificaciones en este foro y en otros.
- Infravaloración de las opiniones de otras personas aludiendo a la formación, al género, a la pasividad o a la perpetua sumisión sin conocimiento real de la situación de cada persona.
- El abandono de la Plataforma de personas comprometidas.
- La expulsión de personas por las descalificaciones.
- La expulsión de personas por desavenencias.
Como diría mi querida madre:
"siempre ha habido clases, y la clase está en las formas"
- La sensación de que o se está con A o contra A. La Plataforma cada vez es aparentemente más grande, cada día hay más Asambleas Locales y más de 20 debates, reflexiones, ofertas laborales, denuncia de injusticias sociales o corporativas, sin embargo, en ciertos temas, como el que nos ocupa, da la sensación que aparecen unas líneas rojas insalvables que impiden el entendimiento y fuerzan la confrontación, siendo la mayoría de los casos, eventos poco operativos. ¿De qué sirve el debate si no se llega a la conclusión de qué hacer mañana al respecto? Entiendo que la Plataforma debe ser un espacio de reflexión para la acción y la transformación, como lo ha sido durante el primer año y como espero que siga siendo, sin perder de vista los objetivos clave: Visibilizar y defender la profesión, denunciar situaciones de necesidad social y defender los derechos sociales de la ciudadanía.
- La división en autonomías y egos personales o pseudocolectivos no tiene sentido si se pierden los fines, que son lo realmente importante por encima de las personas. El aislamiento debido a la confrontación debilita más que fortalece. Los comentarios afilados hablan mal de quien los lanza y su profesionalidad al puro estilo "pantuflos".
- Las descalificaciones no se deben tolerar, las desavenencias sí porque la tensión va de la mano de los grupos humanos. En ambos casos la decisión de expulsión debería ser pública y se debería establecer bajo unos principios básicos de convivencia y ética profesional. Por otro lado, la prensa amarilla (nunca mejor dicho), se debe cortar por lo sano. Si un debate se va por las ramas hacia lo personal es por falta de competencia profesional, lo mejor es invitar a la autoreflexión, la supervisión o la reflexión colectiva pero finalizar la discusión y aprender de las propias emociones.
- Las generalizaciones nunca fueron buenas, mi sensación es que se obvia del debate items que influyen en la organización social y no se habla del todo claro. Factores sociodemográficos influyen en dicha organización y son más propios del capitalismo que del patriarcado, a pesar de su estrecha unión. Me refiero; condiciones de vida, economía, estudios, experiencias, educación influyen de manera considerable en el aprendizaje, la vocación y la capacitación, y estos aspectos hacen que hombres o mujeres accedan a unos sectores u otros. En el caso del Trabajo Social y los Servicios Sociales para ser más exactos, quien tiene más recursos va a poder opositar o pagar la colegiación, lo que va a permitir acceder a los espacios de responsabilidad y representación profesional actualmente reconocidos principalmente en estos espacios. También se puede acceder desde el nivel asociativo o empresarial, pero sin duda con mayor esfuerzo, recorrido y dedicación para tener al menos un reconocimiento similar al de los colegios profesionales o servicios públicos. Es decir, que la dimensión de igualdad es más amplia y sin duda debe ir de la mano de la justicia social.
- Escribiendo la reconceptualización 2.0 ¿Y ahora qué..?