Detrás del relativismo ético se manifiesta el egoísmo ético (máximo beneficio propio sin importar consecuencias para los demás) o el utilitarismo ético (máximo beneficio para el mayor número de personas). Frente a él se encuentra el absolutismo ético, el cual recoge la necesidad de seguir un conjunto de normas autoimpuestas con el fin de pasar del par bueno/malo a lo correcto/incorrecto.
Cabe destacar que los códigos éticos profesionales, entre ellos el Código Deontológico del Trabajo Social, se fundamentan en el absolutismo ético, sin embargo, la práctica del trabajo social, ante la multitud de variables que influyen en la misma, se mueven sobretodo entre el utilitarismo y el absolutismo ético. Aunque se podría empezar a conceptualizar los componentes del egoísmo ético en el Trabajo Social gracias a la aportación de la bloguera de "las cuatro piedras angulares", los cuales serían más propios de la toma de decisiones de carácter individual y no profesional.